Desmotivar a los venezolanos para que no acudan a los comicios presidenciales y eliminar la competencia electoral son las verdaderas motivaciones de la sentencia emitida por el Tribunal Supremo de Justicia, según analistas. Advierten que el próximo paso del gobierno podría ser la consolidación de un sistema de partico único
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Anyela Torres
A tan solo 24 horas del proceso de validación de partidos políticos convocado por el Consejo Nacional Electoral para este 27 y 28 de enero, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia ordenó la exclusión de la Mesa de la Unidad Democrática de dicha renovación, argumentando que está conformada por “la agrupación de diversas organizaciones políticas ya renovadas y otras pendientes de renovación que podrán participar en el proceso electoral de carácter nacional, lo cual contraría abiertamente la prohibición de la doble militancia”.
Esta sentencia es una estratagema más de un “gobierno autoritario hegemónico” que ha perdido las cualidades competitivas y solo busca que los ciudadanos se desmovilicen y no participen en los comicios, advierten dos expertos en procesos electorales.
Para este fin de semana el CNE convocó el proceso de validación de los partidos Acción Democrática (AD), Movimiento Primero Justicia (MPJ), Partido de Unión y Entendimiento (Puente), Voluntad Popular de Activistas (VPA), y la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
Benigno Alarcón, analista político, se refiere al fallo como una treta que quiere eliminar cualquier partido político fortalecido que pueda competir con el gobierno. Explica que con esta sentencia el Estado pasó de “tener un carácter de autoritarismo competitivo a uno hegemónico. Podría convertirse en un autoritarismo de partido único”, reiteró.
“Esa es la evolución de un régimen autoritario que ha llegado o se ha mantenido en el poder por elecciones, pero que ya ha perdido ventajas de seguir ganándolas. Ante este escenario lo que sucede comúnmente es que se deterioren las condiciones electorales y se busque eliminar la competencia”, señaló.
Recordó que una estrategia militar fue utilizada por el gobierno de Daniel Ortega, en Nicaragua: ilegalizó a todos los partidos políticos y pasó a “competir” como candidato único electoral. También mencionó el caso de Egipto, donde el Partido Libertad y Justicia de Los Hermanos Musulmanes fue eliminado por La Corte Administrativa Suprema un año después de que fuerzas militares derrocaran al presidente islamista Mohamed Mursi.
“Es muy grave que los venezolanos perciban que la sentencia del TSJ pertenece a una jugada del gobierno, son alarmas que te hacen saber que no hay independencia de poderes, y a su vez, que responde a intereses del estado. Esta es la manifestación de algo que no está funcionando como debe ser”, opina Luis Lander, director del Observatorio Electoral Venezolano.
Desatinos legales
Para el director de Observatorio Electoral Venezolano, Luis Lander, el fallo del TSJ resulta intempestivo y carece de sustento legal. “Esta decisión la toma ayer mismo el TSJ para un proceso que va a implementarse este fin de semana; la justicia no solo debe aplicarse según indique la ley sino también oportunamente. Esto altera el panorama y cronograma que habían preparado los actores políticos” comenta.
“Primero Justicia y otros tantos partidos más ya no son partidos políticos. Al haber sido invalidados sus militantes dejan de existir, es decir, ya no son militantes de Primero Justicia porque esta organización ya no existe, y por ende todos los que en algún momento fueron militantes de PJ ahora están imposibilitados de por vida a militar en otro partido, porque incurren en el delito de la doble militancia. Eso también es un desatino”, expresa.
MUD: la tarjeta única más votada
Para ambos expertos, la MUD ha sido la tarjeta única más importante. No sólo representa a la mayor coalición opositora, sino que además logra representar a todos los que no se identifican con ninguna otra organización política del país. “Por ello es el blanco de ataque del gobierno”, enfatiza Alarcón.
El director del Observatorio Electoral relata que en las elecciones de 2015 la MUD se convirtió en la tarjeta más votada de la historia electoral venezolana. “La desmovilización es otro propósito promovido por la ANC y el TSJ, que en definitiva, le producen a un sector muy importante de los venezolanos desconfianza en el CNE, y esto tiende a producir frustración y a disminuir el entusiasmo de participar en nuevos procesos”, afirma.