Durante la visita del canciller Carlos Trujillo y del secretario general de la OEA, Luis Almagro, a la frontera con Venezuela, funcionarios de Colombia pidieron asistencia con el registro de migrantes venezolanos y control para brindarles la ayuda humanitaria
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Las autoridades locales de Cúcuta y otras ciudades colombianas fronterizas con Venezuela necesitan apoyo para afrontar la oleada de migrantes venezolanos. Así lo plantearon Hermes García, alcalde de Convención; Mauricio Franco, secretario de Seguridad Ciudadana de Cúcuta, y la personera municipal de Pamplona, Astrid Flórez Rodríguez, al secretario general de la Organización de Estado Americanos, Luis Almagro, y al canciller de Colombia, Carlos Trujillo durante la visita de los personeros a las entidades limítrofes.
“En el caso del Catatumbo el optimismo es escaso en materia de resolución de problemas”, expresó el alcalde García. Para el mandatario, la prioridad es brindar a los migrantes facilidades para tratar de legalizar la permanencia o darles la documentación que requieren para acceder a los diferentes servicios.
“Para citas médicas las personas indocumentadas están teniendo problemas y, como todos los trámites están centralizados en Cúcuta y en el área metropolitana, las personas argumentan escasos recursos económicos, y deben desplazarse nuevamente hacia Cúcuta para tratar de legalizar situaciones es casi imposible”, dijo.
García explicó que el Hospital Regional Noroccidental del Norte de Santander (ESE) presta un servicio precario, que dificulta el acceso a los servicios, en especial de salud, para los venezolanos. “El gobernador William Villamizar y demás autoridades ya están en conocimiento. Pero, aunque se ha solicitado la reorganización del ESE, no se ha tenido eco. Los venezolanos terminan haciendo aún más crítica la situación que por naturaleza lo es”, agregó.
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Aseguró que la situación se hace cada vez más compleja por la poca capacidad de maniobra de los alcaldes. “Nunca hay ni un medicamento, cómo brindar una atención mínima, básica, a esas personas. Es apenas la punta del iceberg, que evidencia el abandono del Estado a la frontera. Durante muchos años, la frontera fue sostenida en buena medida por Venezuela cuando estaba en condiciones distintas, y eso garantizaba su economía”, sostuvo.
Mauricio Franco, secretario de Seguridad Ciudadana de Cúcuta, por su parte, evidenció cuatro problemas: control migratorio y control de frontera; coordinación de las organizaciones no gubernamentales; apoyo a la población receptora y pago de la deuda al hospital Erasmo Meoz.
“Es necesario servirse de la tecnología de reconocimiento facial, por ejemplo, para determinar quiénes entran a Colombia y así facilitar el cruce de información con la Interpol”, explicó el Secretario de Seguridad Ciudadana.
Expresó que aún no hay pleno conocimiento sobre la coordinación de las agencias internacionales y organizaciones no gubernamentales, “pues pareciera que hacen, cada cual, un trabajo por su lado, razón por la que pudiese generarse duplicidad de ayudas”.
Franco instó a que “se involucre un porcentaje de población nacional para que no se genere xenofobia, porque el problema no es solo del migrante sino nacional, al que no hemos podido darle una mano en empleo o satisfacer sus necesidades”.
Insistió que la ayuda humanitaria no sea solo mercados, pues la mayoría de los migrantes no tienen donde preparar los alimentos.
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En cuanto a Pamplona, uno de los pueblos de tránsito de los migrantes venezolanos, la personera municipal, Astrid Flórez Rodríguez, explicó que las políticas gubernamentales deben estar enfocadas en proporcionar ayudas humanitarias inmediatas para que los migrantes de Venezuela logren estabilizarse.
Recomendó que en el sector se instale un centro de atención transitorio “donde se les pueda brindar alimentos, que también puedan asearse y descansar un momento para que continúen caminando al destino que ellos escogieron”.
