Anthony José Sivira Linárez, de 22 años de edad, fue sometido por funcionarios vestidos de civil. Todos los que jugaban futbol en la calle vieron que se lo llevaron vivo
Reporte Proiuris
Karina Peraza Rodríguez
Parecía un domingo cualquiera. Un grupo de jóvenes jugaban fútbol en la calle 40 con carrera 10, al oeste de Barquisimeto, estado Lara. De pronto irrumpieron en el lugar una motocicleta y un vehículo Fiat blanco, según precisaron testigos. Las armas que dejaron ver los motorizados encendieron las alarmas. Algunos miraban, otros disimulaban y los más cautelosos se resguardaron en sus casas. Ese domingo 19 de enero de 2019 ocurriría una tragedia.
Una mujer de 45 años se sintió más amenazada que el resto de los presentes, pues los desconocidos se dirigieron directamente a su residencia. Con su nieto en brazos corrió para saber del segundo de sus hijos, Anthony José Sivira Linárez, de 22 años de edad, quien estaba en el interior de esa vivienda.
Apuntaron con sus armas al joven, quien solo llevaba puesto unas bermudas y chancletas. Aunque la madre se opuso a que se lo llevaran, fue apartada a empujones. Todos los que jugaban fútbol en la calle vieron cómo sacaron a Sivira Linárez de su casa y lo obligaron a abordar el Fiat blanco.
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Iliany Parra, cuñada de Anthony José, relató que inmediatamente comenzaron a buscarlo. Se trasladaron al comando de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) de la Policía Nacional Bolivariana, ubicado en Santa Rosa, y posteriormente al comando de la Base Territorial de Inteligencia (BTI), ubicado en la calle 48. Dos meses antes, Sivira Linárez había sido requisado por funcionarios de las FAES. También fueron a varias comisarías de la policía estadal, así como a la sede regional del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas. En ninguno de estos sitios les daban razón de Anthony José.
En horas de la mañana del lunes 20 de enero, la madre del joven desaparecido recibió una llamada telefónica de una vecina, que le comentó que por donde ella vivía habían matado a un muchacho con las características de su hijo.
El padre de Anthony José se trasladó hasta la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda, preguntó por algún ingreso y le respondieron que se registraron tres: a dos los habían matado las FAES y a uno la Brigada de Respuesta Inmediata (BRI).
El hombre salió compungido de la morgue y tendría que informar al resto de los familiares que a su hijo lo habían matado.
La cuñada de Anthony José aseguró que a él se lo llevaron vivo y sometido, por lo cual no pudo haberse enfrentado a una comisión policial. Precisó que el joven estuvo preso por delitos vinculados con el tráfico de drogas y que estaba en libertad bajo régimen de presentación periódica ante los tribunales.
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Este joven habría estado en manos de la BRI al menos durante quince horas, pues según el reporte de ese cuerpo policial fue pasada las 6:00 a.m. del 20 de enero cuando lo mataron.
Según la versión oficial, Anthony José era conocido como “El Cheíto” y era un azote de la comunidad. Los efectivos de la BRI informaron que estaban haciendo patrullaje por la comunidad de Veragacha, en la parroquia Santa Rosa, al este de Barquisimeto, cuando avistaron a Sivira Linárez.
Como se suele afirmar en este tipo de reportes, funcionarios de la BRI le dieron la voz de alto y Anthony José, en vez de acatarla, sacó un arma de fuego, un revólver calibre 38, según la versión policial, y disparó contra la comisión. El presunto enfrentamiento concluyó con el asesinato del joven de un disparo en el pecho. Fue trasladado hasta la emergencia del Hospital Central Antonio María Pineda, donde que manifestaron había ingresado a las 6:00 a.m. de ese lunes 20 de enero y sin signos vitales.
Las FAES suma dos asesinatos
Ese mismo 20 de enero las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) practicaron dos procedimientos con un saldo de dos fallecidos.
Uno de los hechos ocurrió a las 5:30 a.m. en el callejón Falcón, ubicado en la calle 54 con avenida San Vicente, al oeste de Barquisimeto.
La versión oficial indica que funcionarios de la Base Territorial de Inteligencia (BTI) de las FAES acudieron al lugar luego de recibir la denuncia contra un hombre apodado “El Cheo”, que supuestamente robaba a las personas que por allí transitaban en horas de la mañana.
Según los funcionarios, el presunto delincuente abrió fuego al ver la unidad policial. La versión oficial indica que portaba un revólver calibre 38. Una vez que fue herido lo trasladaron hasta el Seguro Social.
Jorge Agustín González Durán, de 32 años de edad, sería el nombre de “El Cheo”, quien fue calificado como líder de una banda que se dedica al robo de personas. El fallecido tenía antecedentes penales por porte lícito de armas, hurto y drogas.
El tercer fallecido a manos de los cuerpos de seguridad fue Joel Jesús Barrio Meléndez. Según la versión ofrecida por las FAES, Meléndez se enfrentó a una comisión policial a las 6:30 a.m., en el barrio Los Sin Techos, al noroeste de la ciudad, y tenía antecedentes penales por robo de vehículos. Fue ingresado sin vida a la emergencia del Hospital Central Antonio María Pineda, con un disparo en el pecho.
