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De Cotiza a Chacao, 10 kilómetros a pie para jurar con Guaidó

Sin temor pero con prudencia, cuatro vecinos lideraron una movilización que apenas alcanzó a un centenar de manifestantes, pero que al final se sumaron a los miles que ayer salieron a las calles de Caracas en apoyo al presidente de la Asamblea Nacional
Reporte Proiuris
Edgar López

A las 11:04 am apareció Iris Primera con su arenga. Justo frente al comando de la Guardia Nacional Bolivariana, donde dos días antes una treintena de militares se sublevaron contra Nicolás Maduro, la mujer de 56 años de edad llamaba a sus vecinos de Cotiza a salir de nuevo a la calle.
Iris, que dijo tener 32 años viviendo en Cotiza,  asumió el liderazgo de una marcha que comenzó con apenas cuatro personas: dos mujeres y dos hombres. Una vuvuzela y pequeña bandera de Venezuela era lo único que tenían para tratar de animar a la gente durante el recorrido.
“¡Bajen carajo!, es ahora o nunca”, gritaba la mujer sin lograr que nadie se incorporara. Aun así los cuatro valientes de Cotiza enfilaron por la Calle Real, que estaba casi desierta. Nada parecido a la efervescencia que se vio el pasado lunes, cuando decenas de lugareños se lanzaron a las calles en respaldo a los militares insurrectos.
En el camino, Iris señaló el lugar donde cayó muerta la joven Nicar Bermúdez, de 32 años de edad, asesinada de un disparo en medio de los disturbios del lunes. “Ella no estaba protestando y todos por aquí dicen que la mató uno de los colectivos”, acotó.
También pasaron frente al búnker del Colectivo 5 de Marzo, ubicado en la antigua sede de la Policía Metropolitana. Los grupos de civiles armados afectos al oficialismo que desde allí operan no se hicieron sentir ayer. El lugar estaba en total calma.
Solo después de avanzar varias cuadras de la avenida Fuerzas Armadas se sumaron unos pocos. Iris no perdía el entusiasmo: a los que estaban haciendo cola para comprar comida, les recordaba que “así se nos va la vida, entre una cola y otra”. El mismo mensaje les dio a los viejitos que esperaban a las afueras de las agencias bancarias para cobrar su pensión.

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Al principio de la avenida Andrés Bello, las veinte personas que circulaban por las aceras se encontraron con otros vecinos de Cotiza que habían salido del barrio por San Bernardino. Se abrazaron y de allí en adelante se mantuvo la algarabía. Pero no eran más de cien y eran conscientes de que, por ser un grupo tan pequeño, corrían peligro; el peligro de manifestar contra Maduro en el municipio Libertador, un territorio arbitrariamente vedado para la oposición.
El momento de mayor tensión fue cuando los vecinos de Cotiza fueron alcanzados por unos cincuenta motorizados con insignias del oficialismo, que ingresaron al Parque Arístides Rojas, como si fuera una base de operaciones.
No querían enfrentamientos y se esforzaron por esquivar a los chavistas que ayer también salieron a la calle. Pero tampoco permitirían que nadie los amedrentara. El objetivo era llegar sin sobresaltos a la avenida Francisco de Miranda, el destino final de todas las marchas de la oposición que se emprendieron desde distintos sectores de Caracas.

Los vecinos de Cotiza evitaron encontrarse con los manifestantes que apoyan al gobierno | Foto: Edgar López  
El recorrido de aproximadamente 10 kilómetros que comenzó en el sector Los Pinos de Cotiza, prosiguió por las avenidas Fuerzas Armadas, Urdaneta y Andrés Bello y avanzó hacia La Campiña, El Bosque, El Country Club y Bello Campo, demoró un poco más de horas.
“¡Llegó Cotiza carajo!”, volvió a gritar Iris, con el entusiasmo intacto, a la 1:05 pm, cuando arribaron a Chacao. Para ese momento,  ya no eran cien. Los vecinos de Cotiza se mezclaron con las miles de personas que trataban de acercarse a la plaza Juan Pablo II de la avenida Francisco de Miranda, a la tarima desde donde el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, haría anuncios trascendentes.
No alcanzaron a ver al líder opositor, pero desde lejos lo oían. Iris y su gente de Cotiza levantaron la mano derecha para jurar con Guaidó y toda la multitud presente el compromiso de restablecer la democracia en Venezuela. “Nosotros lo tenemos clarito: esta no es una lucha de un solo hombre sino de todos los venezolanos”, advirtió la mujer sin el más mínimo síntoma de cansancio.

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