En la conferencia realizada en Bruselas se planteó una alianza mundial, regida por el principio de responsabilidad compartida de los Estados, para asegurar los derechos de los que huyen de la emergencia humanitaria compleja
Reporte Proiuris
Durante la Conferencia Internacional de Solidaridad con los exiliados y migrantes de Venezuela, realizada el 28 y 29 de octubre en Bruselas, Bélgica, las autoridades de la Agencia de las Naciones Unidas para Refugiados (Acnur) advirtieron que si no cesa la crisis migratoria el número de venezolanos en el exterior aumentará de 4.5 millones a 6.5 millones en 2020.
El Representante Especial para los Refugiados y Migrantes Venezolanos, Eduardo Stein, dijo que los países de América Latina y el Caribe han acogido 80 % de los migrantes y refugiados venezolanos. Destacó que “tienen la obligación” de gestionar el acceso de a sus territorios y que estos procesos deben ejercerse de manera coherente con las normas de protección de los refugiados.
También hizo hincapié en las crecientes dificultades que tienen los venezolanos para obtener los documentos limitan el ingreso de migrantes y refugiados al país.
A juicio de Stein, “para abordar la crisis de refugiados y migrantes venezolanos se requiere una alianza mundial e inclusiva, en la que la solidaridad y la responsabilidad sean compartidas por toda la comunidad internacional y no solo por los países de acogida de la región. El alcance y la complejidad de la crisis tiene repercusiones mundiales, incluyendo al continente europeo y que, incluso, puede hacer peligrar la estabilidad actual”.
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Por su parte, Filippo Grandi, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, advirtió que “un gran número de venezolanos que abandonan el país necesitan protección internacional bajo el estatuto de refugiados, así como acceso a servicios básicos y medios de vida”, manifestó.
Grandi también señaló que las personas que cruzan las fronteras de manera irregular en busca de seguridad y mejores condiciones de vida enfrentan grandes riesgos en su viaje. Agregó que estas personas están expuestas a “graves riesgos de explotación y abuso” y encuentran dificultades para ejercer sus derechos básicos.
“A medida que aumenta el número de migrantes y refugiados, también lo hacen las dificultades que deben soportar. En los últimos meses, mientras se deterioraban las condiciones en su país, hemos observado un aumento constante en la proporción de personas expuestas a una situación de vulnerabilidad, tanto niños como adultos”, sostuvo Grandi.
La conferencia, auspiciada por la Unión Europea, contó con más de 500 participantes registrados y se recaudaron 150 millones de dólares para continuar apoyando a los migrantes y refugiados en inversiones para el desarrollo, sistemas de educación, instalaciones de salud, infraestructura y economías locales.
“Es la mejor inversión que podemos hacer”, dijo la jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Federica Mogherini. “Si hubiéramos invertido un poco, para respaldar la crisis migratoria siria, u otras crisis migratorias, al principio del proceso, no solo habríamos salvado vidas, sino que habríamos ahorrado dinero”, complementó.
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Grandi instó a todos los países de la región a seguir articulando políticas que fomenten las buenas prácticas migratorias a través del Proceso de Quito. “Se trata de una iniciativa liderada por los gobiernos, que supone un importante avance hacia la armonización de las políticas, la ampliación de la respuesta humanitaria y la integración de las personas refugiadas y migrantes”, aseveró.
